El Mundial de Ciclismo celebrado en Kigali, la capital de Ruanda, presenció una actuación dominante de Tadej Pogacar, quien se consagró campeón del mundo por segundo año consecutivo.
El ciclista esloveno mantendrá el maillot arcoíris tras imponerse en la primera edición de los Mundiales disputados en suelo africano. Pogacar asumió el protagonismo al lanzar su ataque definitivo a 104 kilómetros de la meta, repitiendo la estrategia que había utilizado el año anterior en Suiza pero aumentando la distancia respecto al arco de llegada.
La carrera, que cubrió 267 kilómetros y superó los 5.475 metros de desnivel acumulado, se desarrolló bajo condiciones exigentes, con temperaturas de hasta 30°C que pusieron a prueba la resistencia de los ciclistas.